¡Alabado sea el Señor! Bienvenido al programa de radio Dios de Maravillas. La parte 1 del mensaje titulado Amor verdadero, en este mensaje se va explora la definición del amor de Dios contra el amor del mundo.
Así que el amor mundano es egoísta. El amor mundano es políticamente correcto, pero no es bueno necesariamente. También es anti-cristiano. El amor mundano no tiene amor ni lugar para Dios. El amor mundano se ve todo el tiempo. Se ve en las calles, en los festivales, en las reuniones familiares y en las fiestas. Lo ves en los eventos deportivos también. Incluso cuando alguien está mirando, los Juegos Olímpicos, tienen este amor por su país, o el amor por su equipo en particular o aún un jugador en particular del equipo. Pero ese amor no tiene ninguna base del auto sacrificio. Por lo tanto, más correctamente puesto que no es nada más, que un apego egoísta y emocional. Pero el Señor Jesús vino a demostrar, enseñar y poner en nosotros el Amor que es de lo más alto. Un amor que viene de lo más profundo. Así que el amor del mundo puede ser egoísta, políticamente correcto, anti-cristiano, y no tienen ningún interés en Dios, pero sólo para ellos mismos, piensan en cómo sus sentimientos, pueden salir adelante, la ganancia personal y el placer. Todo esto no es el amor de Dios, esto es el amor humano, el amor mundano. Ahora el amor del mundo, y el amor de los seres humanos pueden ser muy amables, puede tener una sonrisa, un apretón de manos, o puede ser un abrazo. Ese amor puede adaptarse a los demás y la percepción de sí mismo. El amor del mundo quiere llevarse bien y ser aceptado, pero no busca necesariamente el mejor interés de la otra persona. El amor del mundo se basa en la auto-ganancia, e incluso el amor del mundo, como puede ser que el amor humano esté basado en el miedo. Esto que es una cosa curiosa. ¿Cómo puede el amor estar basado en el miedo? Pero el amor del mundo, el amor humano se pueden basar en el miedo. Por ejemplo, cuando uno ve a un vecino, que no le gusta necesariamente, sonríen y saludan. Claro que es una buena cosa que hacen, pero que es lo que está detrás de este motivo. Puede ser lo mismo en el lugar de trabajo donde ven su compañero o el jefe y usted se sonríen o se dan un apretón de manos, y saludan. El saludo se puede basar en el elemento de miedo. Es decir: "Si yo no lo saludo puedo tener resultados negativas." Así que eso no es amor. Ese un buen gesto que parece tener un poco de cariño pero no tiene el verdadero amor en la base. Así que el amor de Dios no es ninguna de estas cosas. El amor del Señor es primero dirigido a él, porque ese amor entiende que todo lo bueno viene de arriba, de Dios mismo. El amor que viene de Dios es también emocional, también es muy apasionada, similar al amor del mundo. como cuando usted ve a alguien en un estadio animando a su equipo favorito con toda la pasión o en una campaña política o a un candidato, o la pasión de un sindicato en el lugar de trabajo. Sin embargo, el amor de Dios también es muy apasionado.
La diferencia es la colocación ese amor y el motivo de ese amor. ¿De dónde viene ese amor? ¿Cuál es el interés de ese amor y dónde se coloca realmente? El amor del mundo se preocupa más por el hombre que de Dios. Ahora veamos las diferentes descripciones del mundo o el amor humano. Puede ser fuerte, puede ser emocional, puede ser apasionante, pero es al final nada en absoluto. Porque no hay auto-sacrificio, no hay preocupación real para los intereses de la otra persona. No existe un principio por el cual ese amor se queda quieto y no se mueve. Es muy flexible. Este amor del mundo puede estar motivado por el miedo. Este amor en el mundo está motivado por el amor del hombre, o a la gente más que a Dios mismo. El Señor Jesús dijo en Mateo capítulo 10 versículo 37 y debemos comprobar nosotros mismos como el Señor nos da la palabra para ver si nuestro amor no está contaminado. Si es total, si es el amor puro para Cristo. Porque hay una gran diferencia ya que estamos viendo ahora entre el amor del mundo y el amor de Dios. El amor humano como dijimos irá hacia el hombre y no a Dios, Mateo 10:37 el Señor Jesús dijo esto: "El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; cualquier persona que ama a su hijo o hija más que a mí no es digno de mí." Ahora aquí está este verso que es muy profundamente controversial para muchas personas en sus corazones, a pesar de que a leer esto no han llegado a una conclusión" de que yo me quedaré sobre la palabra de Dios y amar a él primero ante todo. "Cuando tienen confusión acerca de la doctrina del amor y de la doctrina bíblica, y su aplicación práctica. Entonces es que entra la confusión en su vida. Cuando la confusión llega, todo tipo de compromiso y el pecado sigue creciendo en su alma, no sólo a la persona, pero la gente en quien esa persona pone su amor. Esto es seguero. Porque el amor de Dios no está allí en el final y en última instancia, sólo la muerte puede resultar. ¿Qué queremos decir con esto? Estamos familiarizados con la escritura citada muy a menudo en el libro de Romanos 6:23, "la paga del pecado es muerte". Porque la paga del pecado es la muerte. Es decir, todo lo que hacemos, que no es agradable a Dios cuando servimos el pecado, el resultado es la muerte. Tiene que ser. Del mismo modo el amor humano en la última instancia trae la tristeza. Esto es algo que tenemos que resolver en nuestras mentes. Sólo entonces seremos capaces de defender la verdad de Dios, de su amor, y se unirá a sus palabras a ser un representante en sus manos para traer a otros al amor de Dios. Ya ves, siempre y cuando si sigamos concentrado y fijándonos en el amor humano y todo lo bueno del mundo y las conversación agradable sobre las relaciones, entonces nunca será capaz de atraer a la gente al amor de Dios. Podemos tener una reunión con la familia, tal vez es posible que tengamos una fiesta, todo el mundo se ve feliz, pero no hay alegría divina. Cada uno se abrazan se dan la mano y hasta intercambian regalos, pero sin el amor de Dios el amor humano un día llegará a nada. Esa es la dura realidad para aquellos que se niegan a recibir el amor de Dios. Así que, como cristiano que recibimos el amor de Dios, cuando nos comprometemos a él y aceptamos que Él murió en la cruz por nosotros. Dejamos nuestros pecados. Pero cuando miramos más de cerca, cuando la voluntad no está en acuerdo con el amor divino de Dios, el verdadero amor, en nuestra vida no será un testimonio brillante. Nunca seremos capaces de atraer a la gente a Jesús. Tenemos que amar a Dios primero. Así que el amor de Dios no es la relación que se adapten al mundo, ni el amor humano.
Entonces, ¿qué es el amor de Dios? Si el cristiano que se inclina hacia el amor humano y comienza a separarse de ese camino recto y estrecho y se pone en compromiso. ¿Cómo se ve el cristiano que abraza el amor de Dios? Esa persona pone primero a Dios y La honra del Señor es lo primero. Acabamos de leer en Mateo 10: 37 el Señor Jesús mismo dice que "cuando se tiene que tomar una decisión si me obedecen, u obedecer a su padre o su madre, o cuando es contrario a mi palabra, o si aman a su hijo o hija, cuando es contraria a mi voluntad. "Por ejemplo, Dios puede pedirle que usted manden a su hijo o hija cuando ellos son de la edad adecuada en una tarea particular de Dios, o tal vez en un campo de misión. O puede ser que el Señor les va a preguntar: "¿Va a entregar a su hijo por el bien del Evangelio? Es decir, qué él lo quiero usar. "Dios viene a nosotros de una manera muy gentil, y dice:" ¿Me va a entregar a su niño/a a mi? "El amor humano va a saltar y decir:" ¡No! "El amor humano dirá" ¿Cómo puedo soportar y ver el sufrimiento de ese niño? Piensas en todas las cosas que el niño se va someterse. "Pero el amor de Dios dice:" El mismo Dios que fue a la Cruz es también el Señor de la resurrección. El Señor nunca dejará a sus hijos sin su bendición y sus promesas. Él siempre proveerá y siempre dará la victoria final. “la fe en Dios, la creencia de que el amor divino es siempre el amor verdadero, y me ayudará a superar el amor humano natural. Recordamos a Pedro antes de que el Señor se lo llevaran a ser crucificado. Pedro dijo: "Señor ellos no le van a hacer esto a usted, ellos no te van a llevar. Yo no voy a dejar que eso suceda. Jamás dejare que esto suceda. “El movió, al Señor a un lado y él le habló con mucha fuerza, y con mucha pasión. Vean la pasión, la pasión humana. Esto es lo que puedo ver, y la mejor cosa hasta ahora. "Debemos recordar que Dios es Dios y Él ve todo y su voluntad es siempre perfecto y Él es el más que ama a todo el universo. Ha dado a su único Hijo para que podamos confiar en él. Cuando el Señor se acercó y dijo: "Tengo que ir a la cruz", y el amor humano de Pedro se acercó y trató de bloquear o dejar de que eso pasar. Qué le dijo el Señor. Él dijo: "Apártate de de mí, Satanás, porque no te importa o saboreas las cosas que son de Dios, sino lo que es del hombre." Aquí está un claro ejemplo del amor humano. Pedro realmente ama a Jesús. Pero el único problema era que no conocía la diferencia entre el amor de Dios y el amor humano en ese momento. Se olvidó de las Escrituras. Se olvidó de la voluntad de Dios y esto es el punto crucial del asunto. Cuando conocemos al Señor, y pasamos tiempo con el Señor. Aprendemos acerca de sus caminos, empezamos a confiar en Él y confiar en su voluntad aún cuando no entendemos. Aquel amor de Dios, el amor a la gloria de Dios, me impide tener amor humano, el amor por el hombre, el amor por este mundo, para esta vida, que va impedir el propósito de Dios en mi vida. Entonces, eso es el amor de Dios, usted debe de amar a Dios primero. El segundo tipo de amor de Dios hará que usted y, yo amen a los demás, y no esté basado en lo que podemos obtener en cambio. Aún en las iglesias tal vez nos hemos comportado de esa manera. Es posible que hayamos visto a otras personas obviamente comportarse de esa manera. La cosas que hacen, las cosas que ellos dicen, las acciones que ellos hacen, todos han sido diseñados para obtener algún tipo de influencia tal vez en la Iglesia tal vez para obtener una posición, tal vez fascinados con aquellos que son físicamente y materialmente más rica en la iglesia. El Señor advierte contra todas estas cosas. Él dice en el libro de Santiago no lo hagas no sea injusto. Pero esto es el amor humano. El amor de Dios y el cristiano que abraza el amor de Dios, dirá: "No me importa nada de estas cosas. Si esta persona me puede pagar o no, de cualquier manera o forma yo voy a elegir y darle lo mejor a ellos. Realmente voy a buscar su mejor interés. "Eso es la verdadera generosidad el amor que busca el bien de otra alma, sin importarle o preocuparse si recibieron un agradecimiento o no. Eso es el amor de Dios.
Este mensaje fue traducido por Ana Soto para El Bethel International Ministries, Únete a nosotros la próxima vez para la parte 2 del Amor Verdadero. Que Dios les bendiga!
